Medusa Festival 2022 y su aciago destino
Llevo varios días intentando encontrar las palabras adecuadas que expresen los sentimientos que tengo desde el pasado viernes 10 de Agosto, cuando me enteré de lo acontecido en Medusa Festival, después de ser yo (Freeman) quien tuvo el honor de abrir el Festival.
Antes de todo, dar el pésame a la familia del pobre muchacho que se encontró con un inesperado destino en el lugar más extraño para ello, cuando su intención era únicamente disfrutar. Asimismo, dar toda mi energía a todos los heridos que necesitan tranquilidad y muchos ánimos para recuperarse.
Veo por redes sociales, medios de comunicación, etc. mucho odio, muchas fake news y mucho comentario infundado, sin sentido, oportunista, contra la Organización de Medusa Festival y su Staff.
Llevo más de 25 años en esto de la industria del entretenimiento, en hostelería y viviendo festivales, ya sea como Dj, como prensa o como asistente, y os puedo decir, con total rotundidad, que conozco pocas empresas tan serias, profesionales e implicadas con su público, tan respetuosas con la legalidad y el buen hacer como Medusa Festival.
He tenido la oportunidad de conocerles en este último año y medio y la suerte de trabajar con ellos, aportando mi granito de arena para que la edición más esperada del festival fuese todo un éxito, y lo iba a ser, lo estaba siendo, con récord de asistentes, los mejores artistas que se pueden tener, la mejor organización, la mejor planificación, muchos meses de trabajo y esfuerzo, solo destinados a que el público de Medusa se fuese cada día con una sonrisa en la boca, pero el destino no quiso que fuese así. Ha jugado sus cartas y se ha cebado con un festival que no se merece ni lo ocurrido, ni las críticas, ni ese odio infundado.
Seguramente haya que mejorar muchos aspectos, tanto en lo legislativo incrementando las exigencias, como mejorando la cualificación del personal que presta sus servicios en eventos multitudinarios y es, desgraciadamente, cuando ocurren cosas como esta, cuando se mejoran los sistemas de seguridad, pero os puedo asegurar que Medusa Festival ha llevado a cabo todos y cada uno de los controles, sistemas de seguridad, así como los protocolos que la Ley establece. No es justo hacer leña del árbol caído y está claro que agua pasada no mueve molino… no hagamos juicios paralelos, dejemos que la Justicia haga su trabajo y que los afectados se recuperen.
Es fácil dejarse llevar por las redes, es fácil criticar sin conocer… pero existe una figura en derecho llamada Fuerza Mayor y otra llamada Caso Fortuito, que establecen que hay ocasiones que, aunque el ser humano ponga todo su empeño en que no ocurra algo, no es posible hacer más que lo que uno puede hacer, ocurriendo lo inevitable.
Desde aquí, sirvan estas palabras para apoyar a una empresa que está hundida y con el corazón roto, cuyo afán es el divertimento e inesperadamente se ha encontrado con una situación ante la cual puso todos los medios humanos y técnicos para que no ocurriera. Ni Medusa Festival se merecía esto, ni mucho menos los afectados, pero la suerte y el destino son caprichosos… ante lo cual poco puede hacer el ser humano.
Tx. Freeman