Crónica Madrid Winter Festival 2014

Después de un año lleno de incertidumbre, los festivales de música electrónica volvían a Madrid y, como el turrón, lo hacían por Navidad, concretamente por Año Nuevo, una fecha que desde hace 5 o 6 años está ganando cada vez más importancia destacando en muchos de los calendarios de los dj´s, quienes acumulan, en ocasiones, más de una actuación por día.

Este 2014 era el turno de un festival novedoso, con uno de los mejores carteles posibles y en el que, salvo excepciones, se iba a hacer un gran tributo a la música techno y minimal con la que, muchos de nosotros, hemos crecido y hemos disfrutado.

Tras un corto, pero a la vez, largo viaje, ya que los nervios podían más que el transporte, llegamos a Moralzarzal (Collado Villalba, Madrid) para situarnos en las puertas del Madrid Winter Festival. Un acceso bastante cuidado y controlado en el que no hubo que esperar colas y en el que nos llevamos una grata sorpresa al comprobar que, además de obsequiar a todos los asistentes con una mochila del festival, tuvieron el detalle de regalar, a todos los contactos de prensa, 3 consumiciones de refresco/cerveza/agua cuidando así la imagen del festival.

Una vez dentro vimos el recinto en primera persona, bastante bien distribuido con muchas barras por fuera y con suficientes casetas para comprar tickets, los cuales, aquí es donde tengo que poner la única pega, eran un poco excesivos en algunos productos. El acceso a pista estaba bastante bien controlado con una escalera de bajada y subida en la que, en los momentos en los que había bastante gente en pista, detenían su acceso hasta que se vaciaba un poco.

Centrándonos en las actuaciones, los primeros en “llamar la atención” fueron los belgas 2 Many dj´s quienes sorprendieron a muchos variando un poco su estilo y dejando a un lado las mezclas “locas” y, en ocasiones, forzadas, para optar por un electro con mucho ritmo mezclado con algunos temas ya míticos como “Pacha On Acid” o recordando, a muchos, su pasado con los acordes de Chimo Bayo. Sin duda, supieron adaptarse perfectamente al estilo del festival.

A continuación, vinieron uno de los grupos que más había sido cuestionado debido a que no encajaban muy bien en el cartel, The Zombie Kids, quienes mantuvieron, por momentos, el estilo de sus predecesores, con algún que otro tema electro, pasando rápidamente a su EDM y Progressive-House característico haciendo saltar a más de uno con temas como “Boneless”, uno de los últimos tracks del californiano Steve Aoki; uno de los temas de este verano “Tsunami” o uno de los últimos temas de Major Lazer “Watch Out For This”.

Hasta aquí, podemos decir que fue la parte “peculiar” del festival porque ahora era el turno de la “tropa” de M_nus. El primero de ellos fue el dj/productor de Michigan, afincado en Berlin, Gaiser, que con su potente directo se metió al público en el bolsillo creando una atmósfera espectacular para que luego, “su jefe”, Richie Hawtin, terminara de “romper” a todos los asistentes.

La actuación del canadiense estuvo acompañada con unos grandes visuales y con una iluminación específica con la que creó un ambiente de club como los de antes. Es decir, mucha oscuridad, mucho humo y unos potentes láseres con los que más de uno, seguramente, recordó el final de los años 90 y principios del 2000. Fueron dos horas de set en los que no dejó a nadie indiferente, gran sonido, grandes temas y gran calidad a los platos siendo, hasta ese momento, uno de los mejores, cosa que era de suponer. Fue el momento álgido de la noche donde la Cubierta de Moralzarzal estaba entregadísima al canadiense.

Después de ese gran éxtasis generalizado fue el turno de uno de los dj´s/productores más polivalentes y más experimentales del momento ya que, el británico Scuba dejó atrás sus inicios de dub-step para centrarse en una música más melódica y de gran calidad que bajó el ritmo cardiaco de todos los asistentes para prepararnos para otra de las grandes actuaciones de la noche, Paul Kalkbrenner, quien volvió a hacer las delicias de todo el mundo. El berlinés nos hizo cerrar los ojos y sumergimos en todos los acordes de su música. Desde temas del exitoso y obra maestra “Berlin Calling” como “Aaron” o “Altes Kamufell” hasta algunos de sus últimos disco como “Jestrüpp” o “Das Gezabel” del disco “Guten Tag”.

En definitiva, queremos dar la enhorabuena tanto musicalmente como a la Organización que, en conjunto estuvo bastante bien, siendo sin duda una de las mejores formas de empezar el año. Un festival que esperemos repita al año que viene, y que, para nuestra alegría, ya han dado alguna pista de que puede que, incluso, sea antes.

Tx: Javier Rivate